Años atrás, tuve la oportunidad de hacer junto a mi Esposo el Camino de Santiago, tenía muchas dudas,  pues sabía del esfuerzo que se requería en esos trayectos tan largos a pie y por el alojamiento en albergues campestres demasiado básicos. Mi lema hasta entonces era «si salgo de mi casa, será a un hotel con mejores comodidades».. finalmente tome la decisión, compre todo mi equipo además de un completo juego de bloqueadores solares, insecticidas, alimentos especiales entre muchos otros elementos con los cuales quería compensar la falta de comodidad que tendría.

El camino empezó los primeros trayectos fueron realmente muy fácil, me sentí muy confiada, superados los primeros 10 kilómetros el equipaje empezó a pesarme más y más, al completar el primer trayecto esa carga parecía una tonelada, así que recibí mi primera lección » el camino de Santiago te da lo que necesitas y te quita lo que te sobra”.. poco a poco fui aligerando mi equipaje!!, los días siguientes mi cuerpo se fue adaptando pero también desgastando empecé a cuidar muy bien donde pisaba, lo que comía, lo que bebía, mis pies y mi cuerpo empezaron a reclamar toda mi atención, la multiplicidad de pensamientos sentimientos e ideas con las que llegué y normalmente pasaba mis días empezaron a aquietarse, a callarse, fatiga el dolor el cansancio no daban tregua.. cuide mi cuerpo al máximo, llore del desaliento, mis rodillas parecieron doblarse hasta que lo conseguí.. llegue airosa y renovada a Santiago. Entendí que la vida es un camino, que cargamos con nosotros muchas cosas que no necesitamos, que nuestras mentes divagan alocadamente quitándonos muchas posibilidades y que nuestro cuerpo, el vehículo con el cual transitamos por este mundo debe ser cuidado de manera muy especial, Disfruté como nunca de la sencillez de la vida, de los muy básicos albergues, del campo y muy especialmente de la maravillosa Comida Española, que podía conseguir hasta en el mas sencillo de los lugares.

Desde entonces la semilla quedo sembrada en mí, la manera de vivir, de comer, de vestir, el cuidado de mi cuerpo, el apego a muchas cosas innecesarias empezó a transformarse. Unido a otras experiencias de vida y a la imperiosa necesidad que como Madre tenia de atender la salud de mi hijo y la mía propia. Fue así como conocí un grupo de personas maravillosas, conferencistas, médicos, entrenadores especializados e investigué cuanto pude hasta encontrarme con VIA PYARA (Camino al amor. Sánscrito) ,el camino que siempre había querido para mi y para las personas que quiero, un camino de liberación, de libertad, de felicidad, un camino en el que dejamos todo lo que no necesitamos y volvemos a las maravillas que nos ofrece la tierra y la naturaleza. Un camino que ya existía de mucho tiempo atrás; pero que, por razones de la vida moderna, el marketing, la industrialización de los alimentos y los enormes poderes económicos, ha sido relegado.

Con Via Pyara, quiero lograr que el camino que lleves conmigo te liberes de todo el peso que llevabas en tu espalda y cortes de raíz con todas las cosas que te distraen del camino a tu felicidad y salud y dejes ir lo que no te aporta a tu vida.

Recuerda “menos es más”, así te sientes al eliminar de tu vida todas esas sensaciones negativas, te sentirás libre, con mayor equilibrio emocional y con más ganas de vivir.

Con Via Pyara, retornarás al camino del amor. Al camino del amor por ti mismo y por quienes más amas.